Hace un mes que comencé mis prácticas en el Museu de Gavà y en este breve tiempo he tenido la oportunidad de sumergirme en casi todos los espacios patrimoniales de la ciudad, desde el propio Museo hasta las Minas Prehistóricas, el Arxiu y el Refugio Antiaéreo. Durante mi primera semana, mi tutora estaba ausente, así que hice diferentes tareas.
En mi primer día en el Museo tuve la oportunidad de descubrir cada rincón del espacio que tanto admiré durante mi infancia, además de conocer a un equipo humano apasionado y dedicado. Uno de los momentos más enriquecedores fue compartir la mañana con Paula, una alumna en prácticas de arqueología, quien me enseñó el proceso de descripción y documentación de piezas que previamente se encontraban en un «almacén» del museo. Con la confianza depositada en mí, pude llegar a tocar y aprender detalles sobre huesos de fauna de la época romana que fueron encontrados a metros del museo, descubriendo pequeñas historias sobre los animales (desde sus hábitos alimenticios hasta las circunstancias de su fallecimiento). Además, participé como soporte en una visita a las Minas por parte de una escuela, experiencia que me resultó fascinante (pues hacía más de 20 años que no disfrutaba de una visita guiada a «las Minas» ¡y gratis! jajaja).
Cuando volvió Mireia, nos pusimos a trabajar en los proyectos que se me habían adjudicado. Dentro de mis responsabilidades se incluyó el diseño del proyecto «Servei Comunitari«. La idea es involucrar a alumnos de 3º y 4º de la ESO en diversas actividades del Museo, como visitas guiadas, jornadas de puertas abiertas, y labores de organización y limpieza. Durante la primera semana dediqué tiempo a diseñar proyectos, definir un máximo de participantes y elaborar el organigrama de colaboración. Esta experiencia ha sido muy enriquecedora y motivadora, ya que me apasiona crear iniciativas que acerquen a los adolescentes al patrimonio local. No obstante, el proceso burocrático requiere pasar por múltiples aprobaciones y, casi un mes después, aún no se me ha asignado un instituto para iniciar el proyecto, lo cual resulta algo desmotivador.
Mientras se solventan los detalles del «Servei Comunitari», he estado colaborando en el mantenimiento de la exposición temporal, asistiendo en tareas como la colocación de focos y el reacomodo de roll-ups. Esta experiencia me ha permitido trabajar codo a codo con el equipo de conservación, sumergiéndome en la organización y aspectos prácticos del museo.
Además, he tenido un rol activo en la gestión de las redes sociales. Noemí, la directora, me ha comentado lo importante que es este canal para el museo, pero que a menudo le falta tiempo para gestionarlo. Dada mi experiencia y afinidad con las redes, he encontrado en esta tarea una oportunidad para aprender y aplicar mis conocimientos: elaboramos publicaciones sobre efemérides, novedades museísticas, exposiciones y más, combinando mi pasión por la historia de Gavà con la creatividad digital.
Por último, hemos reestructurado el calendario de prácticas:
Hasta la fecha he completado 45 de las 115 horas asignadas para estas prácticas. A pesar de los retos en la organización del proyecto «Servei Comunitari», este mes ha sido increíblemente enriquecedor y formativo. Estoy convencida de que, una vez solventadas las cuestiones logísticas, podré profundizar aún más en cada uno de estos aspectos y contribuir de manera significativa a la difusión y el cuidado del patrimonio local.
¡Intentaré hacer actualizaciones más a menudo!
Aunque es cierto que, como no ha salido «el proyecto», he tenido la sensación de que no sabía qué publicar.
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Debatecontribution 0en Valoración final sobre las prácticas externas
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